Cuando José de San Martín era un chico de casi 6 años, su familia se trasladó a España. Con una edad de tan sólo 11, y un día después de que en París estallara la Revolución Francesa, fue aceptado para ingresar como cadete en el Regimiento de Infantería de Murcia.
En 1811, después de servir al ejército español durante más de dos décadas (destacándose como militar en el combate hasta obtener la medalla de oro en Bailén), gestiona su retiro con el claro objetivo de involucrarse en la lucha por la independencia americana.
Todo lo que sigue en su historia a partir de su regreso en 1812, es bien conocido y apreciado no sólo por los argentinos; desde aquel Teniente Coronel que se presentó ante el Primer Triunvirato hasta el General Libertador que cruzó los Andes, podemos concluir que es la etapa de máximo esplendor en toda su existencia.
El 17 de Agosto de 1850, a los 72 años de edad, su vida se extinguió. Inconmensurable, seguramente ocupa un lugar de privilegio en la historia de toda la humanidad.